Este ritual se hace por un conocido que tenga algún poder aunque sea
pequeño, es decir, alguien que, por ejemplo, a veces tenga sueños
premonitorios o tiene buena intuición.
Tomamos una rama de romero
fresco y agua de manantial (o mineral que herviremos durante 10 minutos).
La persona que nos hara la limpieza humedecerá la
rama de romero en el agua y con los ojos cerrados nos
salpicará varias veces con ella. Esto deberá repetirlo proporcionalmente al
mal de ojo que tengamos y estando concentrado en hacer la
limpieza. Una vez acabada la limpieza la rama la enterraremos a los pies de un árbol fértil y con el agua sobrante lo regaremos.
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